Con una cadencia lenta, pero cuidadísima. Algunas tomas largas, pero perfectas. Zeki Demirkubuz no deja nada librado al azar sino que compone unos cuadros magníficos con la cámara. Claroscuros, focos, noches, días, barrios periféricos, pueblos y desiertos, en este viaje sin fin de gente que sigue a quien no merece ser seguida. Las actuaciones son muy buenas. El protagonista cae mal, pero porque necesitamos que nos caiga mal alguien tan débil y con tan poca fe en sí mismo. Ella, en cambio, puta e inescrupulosa, no puede ser acusada de nada más que de intentar sobrevivir. La fuerza de esa desolación sin solución, y el diálogo final, sencillo pero fortísimo, ponen el broche de oro final para que esta peli suba hacia lo mejor del 2006.
Avanzó hasta llevarse: 8 Jorgitos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario